Todo ocurrió durante la segunda quincena de noviembre: Héctor Melesio Cuén buscó, con urgencia, una reunión con el gobernador Rubén Rocha Moya.
El propósito era “dialogar” sobre el proceso jurídico que se le sigue al rector (separado del cargo), Jesús Madueña Molina y a otros funcionarios universitarios de administración señalados por casos de corrupción.
El dirigente implícito del Partido Sinaloense (PAS), había coincidido en un vuelo aéreo con el secretario de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado de Sinaloa, Enrique Díaz Vega.
Alli iban los dos, sentaditos uno al lado del otro.
Cuén Ojeda aprovechó para proponerle a Díaz que le comunicara al gobernador la intención de platicar para hablar sobre el caso de la UAS-PAS-Madueña y demás asuntos colaterales.
Díaz transmitió el mensaje.
-Sí, dile a Cuén que sí, cuando guste, lo recibo aquí en mi despacho.
-Por qué en su despacho – reprochó Héctor Melesio
-Porque soy el gobernador y aquí se tratan los asuntos de gobierno. De cualquier manera, se va a saber. Te espero a las cinco de la tarde – comunicó Rocha.
Cuén dudo, con el argumento de que tenía agendado salir a Mazatlán a las dos de la tarde para tomar protesta a comités seccionales del PAS.
-Bueno, te espero antes – accedió el gobernador.
Hubo un segundo inconveniente. Cuén quería acompañar a su hijo a la audiencia que tenía programada en el juzgado.
Pero, finalmente, el dirigente del PAS aceptó ir al despacho del Ejecutivo.
“Llegó como a la una y media. ¡Él le dijo a Ismael Bojórquez que yo lo mandé a llamar! Lo cual, no es cierto” explicó Rocha.
Total, llegó “para que nos arregláramos”
-¿A ver cuál es la forma, según tú, en que podemos arreglarnos? Le preguntó el gobernador.
-Pues es que(nosotros) no podemos ceder a eso de las revisiones de auditoria…
-Ah, ¿y entonces cómo quieres que nos arreglemos?
Cuén no hizo propuestas concretas y empezó con reproches hasta llegar a molestarse “porque se meten hasta con mi familia” se quejó.
-Ah. Y ustedes también se meten con la mía. Con eso del Cartel Rocha-Ruíz – le reviró el gobernador.
-De eso, yo no sé nada. Ni siquiera le sé mover a eso de las computadoras – se escudó Cuén.
La plática no aterrizaba en nada. Y, finalmente, no llegó a nada.
Rocha Moya simplemente aclaró que como gobernador no puede detener las judicializaciones. Eso es del Poder Judicial y de la Fiscalía.
Y aseveró: Todo tiene arreglo, sólo que la Ley no es artículo de cambio. Se tiene que respetar la ley. Y el gobierno está obligado a buscar salidas a los problemas.
Por ello, le conminó a Cuén, antes de que las judicializaciones iniciarán:
“Acepten la reforma universitaria, porque esto es un asunto democrático. Y en lo personal, yo trataría de que todo ese estropicio que han dejado atrás, no se lleve a juicio. Llévate tu tesoro, pero deja el gran tesoro de la universidad, déjala libre.”
No hubo respuesta.
Bueno, sí la hubo. Pero no la que se esperaba:
La noche del martes 28 de noviembre, personal administrativo, docente y de otra índole, militantes del PAS, bloquearon los accesos al Congreso del Estado de Sinaloa para evitar que Rocha Moya compareciera al día siguiente, miércoles, ante la LXIV Legislatura para responder a los diputados cuestionamientos sobre el Segundo Informe de Gobierno.
No se conocían todos los detalles.
Rocha los reveló en su conferencia Semanera de este lunes 4 de diciembre de 2023.