El senador Santana Armando Guadiana Tijerina se quitó el sombrero frente al pugilista Julio César Chávez González, como si fuera una lisonja; pero, no, sólo era para pedirle al campeón que le firmara un autógrafo en el ala interior del sombrero.
Los senadores de Morena hacían fila en el estrado de la Cámara Alta para tomarse la selfie con Chávez a quien le habían hecho un reconocimiento por su trayectoria triunfadora en 25 años de actividad pugilística. Primero lo agasajaron en la Junta de Coordinación Política y luego en el pleno del Senado de la República.
-No es campaña política – aclaró Julio César, cuando un senador del grupo opositor grito desde su escaño que le hacía proselitismo al senador Ricardo Monreal Ávila, porque fue éste quien promovió el homenaje.
Y luego, dirigió un breve mensaje a los presentes. Si yo puedo, ¡claro que todos pueden! Se refería a sus logros en el boxeo y al retraimiento de las drogas y el alcoholismo.
“Orgullosamente digo que llevo 13 años sin probar una droga ni alcohol. Ahora me dedicó, con la ayuda de Dios, a orientar a los jóvenes para que no caigan en eso vicios” expresó jactancioso el multicampeón del boxeo internacional.
Los senadores, en su totalidad, aplaudieron la expresión de Julio César, quien se mostraba emocionado, pero firme frente al micrófono principal del Senado.
En la tribuna, su esposa. Miriam Escobar y otros familiares, festejaban al campeón, quien vestía de traje gris, camisa blanca y corbata color guinda o tinto, el color oficial de Morena.
Ricardo Monreal lo tomó del brazo y le levantó la mano con un guante de boxeo gigante. Se mostraba emocionado el zacatecano en la reunión de la Jucopo. El presidente de la mesa directiva, el morenista Alejandro Armienta Mier, de Puebla, la hacía de maestro de ceremonias.
-Los que gusten tomarse la foto con el campeón, pueden pasar – conminaba el senador Armienta. Y así fueron desfilando por el estrado, los legisladores. Primero los del PRI, en donde destacó Carlos Ramírez Marín, Eruviel Ávila Villegas, y por supuesto el de Sinaloa, Mario Zamora Gastelum.
La sesión ordinaria se había interrumpido y se declaró un receso para rendir el homenaje a Julio César. Por eso, se armó la algarabía desde el momento en que el sonorense-sinaloense ingresó al recinto legislativo, acompañado del senador Monreal.
-Nos conocemos desde hace años – manifestó Chávez sobre Monreal – él siempre está haciendo cosas mejores por México. El zacatecano sonrió agradecido desde su escaño.
El homenajeado agradeció a los senadores la distinción, pero no dejó de lado su gratitud a su esposa Miriam Escobar, porque, dijo, fue ella la que lo internó para alejarse de las drogas y el alcohol.
Luego, siguieron las selfies, pasaron los del Partido Verde Ecologista, encabezados por su coordinador, Manuel Velasco Coello y le siguieron los independientes y los del PRD con Miguel Ángel Mancera Espinoza.
Al final, los de Morena también se tomaron la selfie. Pasaron Imelda Castro, Castro, Raúl de Jesús Elenes Angulo, Olga Sánchez Cordero y Delfina Gómez Álvarez, quienes no desaprovecharon la oportunidad para hablar varios minutos con el pugilista. ¿Pedirían apoyo para las campañas morenistas? recordemos que Julio César fue consentido por el PRI de Carlos Salinas de Gortari.
Senadores de oposición ya se habían enfadado y pidieron la pronta reanudación de la sesión ordinaria.
-No se desesperen, estamos ya en tiempos decembrinos – clamó el senador Armienta Mier.
El receso duró unos 45 minutos al cabo de los cuales, Julio César Chávez se retiró agradecido del homenaje promovido por el senador Ricardo Monreal.
Un evento que como decía el ideólogo del PRI, Jesús Reyes Heroles:
¡Cuánto vedetismo o lisonja!