Apenas hace dos meses, los genuinos morenistas de la 4T festejaban la exclusión de Héctor Melesio Cuén Ojeda de la administración gubernamental que encabeza Rubén Rocha Moya, cuando ayer al mediodía se mortificaron al conocer el nombramiento de Mayra Gisela Peñuelas Acuña, como subsecretaria de Transparencia del Gobierno de Sinaloa.
Ni Cuén ni Peñuelas han sido de política izquierdista. Aquél se arrimó en 2018 cuando vislumbró el ascenso del movimiento Morena, pero siempre ha tenido una avaricia personal con su partido sinaloense (PAS).
Por su parte, Peñuelas milita en el PRI desde hace 35 años, partido por el cual ha sido dirigente juvenil, secretaria general de la Confederación Nacional Campesina (CNC), delegada de ese sector en Chihuahua y Sonora; secretaria general del PRI en Sinaloa, regidora y presidente municipal de Sinaloa municipio; diputada local, senadora suplente y directora del Instituto de las Mujeres (Ismujer).
¿Qué pensarán, por ejemplo, María Teresa Guerra Ochoa o Gloria Himelda Félix Niebla, al ver la fotografía en la que Mayra Gisela aparece con una sonrisa malévola recibiendo el nombramiento de manos del gobernador Rocha?
Recordemos que Guerra Ochoa ha sido una luchadora social de la izquierda y cuestionaba a las dirigentes del Ismujer impuestas por PRI. Mayra dirigió ese organismo en el 2005, siendo senadora suplente de Martha Sofía Tamayo Morales.
Por su parte, Gloria Himelda le tumbó a Mayra la candidatura a diputada federal por el primer distrito electoral en 2015, ocasionando una pataleta de Peñuelas amagando con desertar del PRI, pero al día siguiente “la convencieron” y recapacitó.
Resulta que en ese entonces, el tricolor realizó un proceso interno para seleccionar sus candidatos a diputados federales y convocó a los aspirantes a realizar un curso de capacitación y presentar un examen y documentación de apoyo de secciones electorales y consejeros políticos.
Según el organismo auxiliar de la Comisión Nacional de Dictaminación del PRI, Mayra Gisela no aprobó los requisitos y fue desechada su postulación, lo mismo que Víctor Manuel Godoy Angulo; sólo validaron a Gloria Himelda Félix, Diana Armenta y Rosa Elena Millán como candidatas a los distritos 1,4 y 7, respectivamente; Mayra se inconformó y amagó con llegar a las últimas consecuencias.
Sin embargo, la senadora, en ese entonces Martha Tamayo, se encargó de convencer a Peñuelas de disciplinarse. “Me dijeron que no me registrara en virtud de que había lineamiento para el primer distrito” dijo.
Ella publicó un texto así: “hago pública mi decisión de permanecer en el partido (PRI) por disciplina, lealtad y afinidad con mis principios políticos…siempre he estado contra los traidores que se escudan en mil cosas, yo no voy hacer eso… seguiré siempre en las filas del PRI”
Eh ¿Qué tal?
Mayra Gisela Peñuelas forma parte del clan de Jesús Aguilar Padilla, quien sigue estructurando su grupo político con miras al 2024. Tiene en la Cámara de Diputados a su yerno Sergio Mario Arredondo (esposo de Iris Aguilar), a Ricardo Madrid (su ahijado), a Cinthia Valenzuela y Gloria Himelda Félix. Por fuera andan Pablo Moreno Cota (pero éste tiene de aliado al secretario de Obras Públicas, José Luis Zavala), Ramón Barajas, Irma Moreno Ovalles, Ana Cecilia Moreno Romero.
La actividad política más reciente de Peñuelas fue su activismo en favor de Mario Zamora Gastelum, contrincante de Rubén Rocha Moya por la gubernatura de Sinaloa. ¿Se le habrá olvidado al de Batequitas?
Todo un clan que empieza a reorganizarse después que saquearon la Liga de Comunidades Agrarias de Sinaloa y no dejaron ni un peso para la gasolina.
No creemos que el gobernador Rocha le haya visto muchas virtudes a Gisela. Es más posible que Aguilar Padilla le haya pedido el favor y Rocha, generoso como es, por lástima, le dio el cargo a la sinaloita, como lo hizo hace días con el güero Roberto Cruz.
Lo que haya sido, pero Mayra Gisela llega a la subsecretaria de Transparencia y Contraloría Social del gobierno de Sinaloa. Y por eso la sonrisa malévola al recibir el nombramiento.