Por: Carlos Velázquez Martínez
¡Cuidado con el futuro del futbol profesional en Mazatlán!
Si surgen nuevos propietarios-administradores del antiguo Monarcas-Morelia, podría ocurrir lo que le pasó al Atlante, cuando fue trasladado a Cancún, Quintana Roo.
Irónicamente, dos de los equipos más antiguos del futbol mexicano – Atlante fundado en 1918 y Morelia en 1924 y 1950 (*) -, fueron truncados, aquél por un empresario “televiso” y el último por un “tvazteco” (Alejandro Burillo Azcárraga y Ricardo Benjamín Salinas Pliego, respectivamente).
Y coincidentemente, ambos clubes cayeron en manos de empresarios turísticos y de la comunicación.
Mazatlán FC podría tener el mismo destino, si los nuevos concesionarios – aunque sean expertos en turismo y administración -, no conocen el bajo mundo del futbol mexicano. México es el único país, de los 211 afiliados a la FIFA, en donde los directivos hacen y deshacen de este deporte, a su antojo, sin tomar en cuenta a los futbolistas y a la afición.
Atlante ha tenido cinco sedes en su historia y múltiples dueños; mientras que los michoacanos tienen doble historia. Con el nombre de Morelia (*), fue creado en el sector amateur en 1924, y como Monarcas-Morelia se registró en 1950, también ha tenido varios propietarios.
Recordemos:
Los llamados Potros de Hierro del Atlante nació en 1918 en la colonia Roma de la Ciudad de México, que no era la que se conoce ahora, de clase media alta. Sus fundadores fueron obreros y comerciantes. Y curiosamente, nació con el nombre de Sinaloa, porque sus creadores se reunían en las calles de Sonora y Sinaloa. En sus 102 años de historia, el club se ha mudado en 5 ocasiones: D.F. Querétaro, Ciudad Nezahualcóyotl, Ciudad de México y Cancún.
Durante las primeras décadas, el Atlante fue protagonista de grandes disputas contra otros equipos antiguos, como Pachuca, Atlas, Necaxa, América, Asturias, España, Orizaba, hasta mediados de 1930 cuando llega el Coronel José Manuel Núñez, quien era Jefe de Ayudante de la Presidencia de la República, lo rescata de los problemas financieros en que había caído el equipo.
Con un propietario solvente y nuevos directivos, Atlante logra dos títulos de campeón y hasta líderes de goleo individual, siempre apoyados por el militar que después ascendió a General, en el gobierno de Miguel Alemán Valdés.
Enferma y fallece el general Núñez, por lo que el equipo lo adquiere el empresario de litografía Fernando González, pero no logra solventarlo económicamente y el equipo desciende a Segunda División en la temporada 1975-76. Pero, regresa al año siguiente. González lo vende al IMSS (Director Arsenio Farell Cubillas), y se arma un plantel competitivo adquiriendo al máximo goleador del futbol mexicano Evanivaldo Castro Cabinho, quien logra 3 títulos de goleo). El club pasa en 1984 a manos del DDF (Ramón Aguirre Velázquez, Departamento del Distrito Federal)
En la temporada 1989-90 desciende por segunda vez, pero regresa de nuevo al año siguiente. Arman un equipo fuerte y alcanza su tercer título de Campeón en la temporada 1992-93.
Pero, siguen los problemas financieros, y el equipo sin estadio propio, por lo que lo adquiere el empresario José Antonio García (Deportes Garcís) en 1987 y lo administra hasta 1996. Acuerda un convenio con Televisa para jugar en el estadio Azteca y se incorpora como accionista Alejandro Burillo Azcárraga, dueño del Grupo Pegaso, sobrino-nieto de los magnates fundadores de Televisa y primo del actual presidente de Televisa, Emilio Azcárraga Jean.
Atlante merma su capacidad competitiva, registra escasa asistencia al estadio Azteca, por lo que deciden en 2007 trasladarlo a Cancún, paraíso turístico en pleno apogeo. Alejandro Burillo y Miguel Ángel Couchonal se asocian con el empresario turístico y radiofónico cancunense José Gabriel Gutiérrez Lavín, quien obtiene una licitación radiofónica y suma al promotor deportivo Manuel Velarde (quien se dedicaba a promover futbolistas).
En un estadio irregular, en el primer año en Cancún, Atlante es Campeón en diciembre de 2007 venciendo a Pumas, por lo que auguran un futuro glorioso de los Potros de Hierro.
Sin embargo, la falta de promoción, la escasa asistencia al estadio (propiedad del gobierno local) y la mala administración, ocasionan el descenso del Atlante en donde permanece actualmente sin posibilidad de ascender cuando menos, en cinco años.
Así que ¡Aguzados mazatlecos patasaladas¡