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diputados sinaloaLa sexagenaria, vestida toda de blanco, con un escapulario sobre el pecho, juntó las palmas de sus manos y las elevó para agradecer a Dios porque “se mantuvo la creación de la familia, mediante la unión de hombre y mujer”

Abajo, Yeraldine Bonilla Valverde soltó el llanto y se fundió en un abrazo con una promotora del matrimonio igualitario. Ambas lloraron a más no poder atrás de las curules.

Minutos antes, la señora, integrante de un grupo católico, sentada en la parte superior del recinto legislativo, imploraba a Dios para que no se aprobara el dictamen.

A la derecha, el grupo lésbico gay ondeaba sus banderas multicolores. Habían ingresado al edificio legislativo en medio de insultos y escupitajos de parte de personas vestidas de blanco.

-No los provoque – pedía otra mujer con ropa impecablemente blanca.

Un prelado, que se identificó como miembro de la Iglesia Apostólica, afirmó que había grupos católicos, apostólicos, mormones y de muchas creencias religiosas – porque todos tenemos los mismos derechos a expresarnos.

Otra mujer, con blusa blanca, sacó un frasco con agua bendita (eso dijo) y arrojó unas gotas a otra fémina que llevaba una pancarta con un texto que decía: Soy católica, soy homosexual…matrimonio igualitario”

Pero, la homosexual no se ofendió. Simplemente expreso:

-Ellas si son brujas. Tienen doble moral. Aquí hay muchos tapados, vienen con sus esposas, pero tienen pareja gay. Bien que los conozco. Te los puedo señalar.

La diputada Flor Emilia Guerra Mena, vestida de negro ingresó al recinto exclamando: El día de hoy soy satanás.

La sesión iniciaba y en la parte baja de las tribunas se acomodaban en las butacas señoras bien vestidas y peinadas.

Arriba, los manifestantes de uno y otro grupo de apoyo. Los de blanco en favor de la familia y en contra del matrimonio igualitario. Los de colores, en favor de la legalización.

-Diputada Graciela, no permita a las fifís que tengan lugares preferentes - Pero la dirigente de la Jucopo, sólo se acomodaba su mascada multicolor similar a los de las banderas gay.

Su compañera de partido, Beatriz Adriana Zárate Valenzuela, también ondeaba su bandera LGBT.

-Soy de izquierda, no niego mis principios, que son de MORENA – y advertía a seis de sus compañeros – Si votan en contra, como los de Michoacán, los van a correr del partido…

Se dispensó la segunda lectura del dictamen, luego se procedió a que los diputados expresarán su posicionamiento en pro y en contra.

Al final se sometió a votación y el resultado fue de 18 a favor (16 de MORENA, uno del PRD y otro del PT) y 20 en contra (los 8 del PRI, 6 de MORENA, dos del PAN, dos del PT, una del PAS y uno, sin partido).

El júbilo estalló entre los manifestantes vestidos de blanco.

La sexagenaria elevó sus manos y agradeció a Dios.

Yeraldine Bonilla se abrazó, llorando, con una compañera.

Por su parte, Fernando Mascareño Duarte, ondeaba un pañuelo blanco y alardeaba un “triunfo” ¿De qué?

Y Apolinar García Carrera ondeaba una bandera mexicana por los pasillos, entre las curules, que poco a poco se vaciaban.

Los tres, diputados que llegaron al Congreso del Estado, bajo las siglas de MORENA, ésta vez, se dividieron.

A Jorge Villalobos Seañes, diputado del PAN, le recordaban cuando sus compañeros, diputados federales se reunieron en Puerto Vallarta con mujeres bailarinas de Table Dance.

Los legisladores priistas abandonaron rápidamente el recinto, mientras los de MORENA seguían estupefactos.

Ésta vez, la mayoría morenista se desdibujó y se augura una fragmentación mayor en debates próximos.